Siete consejos prácticos para sobrellevar la muerte de un familiar

Pluma


Sobrellevar la muerte de un familiar o amigo cercano es un tema difícil de tratar. La muerte es de por sí un tema complicado y complejo, y dependiendo de la idea preestablecida que se tenga sobre esta se desarrollará el duelo. Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida y, sin embargo, experimentar un dolor demasiado profundo difícil de sobrellevar.

Aquí influyen factores sociales y culturales, de allí toda la simbología que encierra un funeral. Todos reaccionamos de forma muy distinta y para superarla acudimos a utilizar nuestros mecanismos internos para superar el dolor que conlleva.

Para que el duelo tenga un buen inicio es muy portante realizar una despedida adecuada en los primeros momentos, antes de que la desaparición del cuerpo sea inminente. El acompañamiento de familiares y amigos ayuda en gran medida a la aceptación de la realidad innegable que implica la muerte.

Otro factor que afecta es el grado de conexión afectiva que se tenía con el ser fallecido, pues no es lo mismo si es el esposo o esposa, un hijo o hija, un progenitor o un amigo cercano. Los niveles de dolor y vacío son distintos, y en algunos, como los dos primeros casos, la ayuda profesional de un psicólogo es recomendable en otros el apoyo de familiares y amigos puede ser suficiente, pero al final cada persona debe encontrar el mejor camino para sobrellevar el dolor.

Investigaciones científicas indican que el paso del tiempo aminora el dolor y ayuda a similar el hecho ocurrido y la pérdida física de esa persona. La duración en cambio depende del grado de apoyo social, el mantenimiento de hábitos saludables y de la resiliencia de cada persona. De manera general se considera que el aceptar la muerte y sobrellevarla puede durar hasta un año, tiempo durante el cual se atraviesa por las diferentes fases del duelo y se viven los primeros acontecimientos sociales sin la presencia física de ese familiar: el primer cumpleaños sin…, la primera navidad sin…, las primeras vacaciones sin…, etc.

Pero ¿qué hacer cuando el familiar muerto vivía a miles de kilómetros de distancia? Los migrantes somos los más afectados por esta situación. A veces acudir a un funeral implica un gasto económico que no podemos cubrir y, por lo tanto, nos vemos avocados a vivir el duelo a la distancia, lo que dificulta exponencialmente su elaboración.

A continuación, siete consejos prácticos para elaborar el duelo cuando no se puede acudir al funeral de un familiar o persona cercana:

1. Elabore una carta de despedida: Usted está a miles de kilómetros de sus familiares y amigos que están viendo y velando el cuerpo de su ser querido, es comprensible que se sienta excluido y que le está incumpliendo a ese familiar. Una buena manera de lidiar con la impotencia de no haber podido viajar es escribiéndole una carta de despedida al fallecido. Escríbale lo que siente, lo que piensa y lo mucho que le gustaría estar a su lado, ofrézcale disculpas por no poder estar a su lado en esos momentos y prometa ir a visitarlo tan pronto le sea posible viajar. Guarde esa carta para que la deposite en el lugar donde descansará el cuerpo de su familiar fallecido en el momento en que pueda viajar.

2. Acepte sus sentimientos: No se haga el valiente, ni trate de mostrar fortaleza en esos momentos, eso solo empeorará su situación emocional. Viva el momento, llore, hable, exprese lo que siente. En los primeros días es importante que saque todo el dolor, rabia, frustración y agotamiento que genera la pérdida de un familiar.

3. Realice su propio funeral en casa: Los seres humanos necesitamos rituales y simbología para salir adelante ante los sucesos difíciles, el que no haya asistido al funeral real no significa que no pueda hacer uno en su propio hogar. Tome una foto de ese ser querido ubíquela en un lugar destacado de su sala o habitación, colóquele flores y velas y realice las oraciones según su ritual religioso. Si es creyente asista a una iglesia y dígale a esa foto todo lo que no le pudo decir en vida. Luego de una o dos semanas, cuando ya sienta que ha terminado de despedirse de esa persona, guarde la foto en una caja de cartón y llévela a un cementerio o iglesia para enterrar oficialmente en su mente a esa persona despidiéndolo. Si puede hacerlo invite a familiares y amigos cercanos de donde usted vive para que el funeral tenga el efecto simbólico liberador que posee.

4. Hable sobre la muerte de su ser querido: La muerte es un hecho traumático, no importa las circunstancias en que se den, ya sea en una cama o en un auto, por enfermedad o por evento inesperado, es importante contar los hechos que la acompañaron, eso ayuda a aceptar la muerte como un hecho real. Entre más cuente la situación, más lejana la irá sintiendo y un día ya solo será un hecho que sucedió y el dolor que la acompaña se irá mermando poco a poco.
Negarse a contar lo sucedido solo aumentará el dolor y evitará que reciba el apoyo emocional necesario por parte de familiares y amigos cercanos.

5. Rememore y celebre la vida de su ser querido: Es normal que durante el primer año de duelo el recuerdo del familiar perdido se haga presente con frecuencia, no se sienta atraído a evitar esos recuerdos, todo lo contrario, hable de esa persona con sus amigos y compañeros de trabajo, cuénteles anécdotas, recuerde lo positivo que le dejó en la vida y sus enseñanzas. Hay personas que deciden dar un donativo a una entidad benéfica en nombre del familiar o amigo
ausente, otras personas elaboran un álbum de fotos o siembran un árbol, otras le colocan el nombre de este a un bebé recién nacido. La elección es personal.

6. Cuídese y cuide a sus familiares cercanos: No descuide su salud, duerma lo suficiente, propóngase y realice una rutina que lo obligue a mantenerse activo, haga deporte y coma alimentos sanos. No le dé cabida a la depresión, y mucho menos a la nostalgia en esos momentos de fragilidad. Salga todos los días de casa a dar un paseo y a recibir el sol, la vitamina E ayuda a subir el ánimo. Buenas dosis de verduras y frutas mejoran el sistema inmunológico y ayudan a disminuir la tristeza y el dolor. Practique su deporte favorito o inicie a practicar uno nuevo, la rubia y la frustración se eliminan con mayor facilidad si se le exige al cuerpo una práctica física que le consuma energías y le mantenga la mente ocupada. Disfrute de un descanso nocturno renovador, pero no exagere, dormir en demasía afecta el sistema inmune y potencia la nostalgia, es mejor la actividad física diurna y el descanso nocturno.
Ayude a sus familiares cercanos y que también estén experimentando el duelo a mantener estas pautas de salud diarias.

7. Busque ayuda profesional: Si no logra retomar su vida normal, o su rutina cotidiana, si el dolor es más fuerte de lo que se puede soportar, si la depresión está afectando su vida familiar o profesional, lo mejor es buscar una ayuda profesional a tiempo.

Finalmente recuerde que la muerte es un hecho natural, que tarde o temprano todos experimentaremos. Es mejor aceptarla que negarla, es mejor verla como un hasta luego y no como un adiós definitivo. Su familiar cercano o amigo se fue, pero usted no, así que dese la oportunidad de vivir la vida con mayor intensidad, valorando los momentos cotidianos y a los seres queridos que aún le quedan a su alrededor.

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